Charles Kindleberger trabajó para la Reserva Federal de los Estados Unidos de América, el Banco Internacional de Suiza y fue autor de 'el mejor libro de finanzas de la historia' según Financial Times.
En su obra, Kindleberger intenta hallar un patrón de comportamiento común a todas las crisis financieras, y lo encuentra en factores más humanos que económicos.
Y es que, la economía no son sólo modelos perfectos sobre el comportamiento de los mercados, sino que detrás de ello queda un factor humano, de pura racionalidad. Esto es lo que el autor consigue explicar en 'Manías, Pánicos y Cracs'.
Antes de cada crisis, se produce una burbuja, causada por la expansión del crédito y la especulación de activos. Pero, ¿por qué vienen dados estos dos últimos factores?
Se trata de algo meramente humano, como es la irracionalidad individual, que lleva a la irracionalidad del conjunto de individuos. En tiempos de bonanza económica, los bancos y prestamistas asumen menos riesgos a la hora de proporcionas créditos, pues hay dinero en cantidad suficiente, lo que lleva a conceder créditos de manera excesiva. Cuando los prestatarios se ven con un préstamo que les ha sido concedido, y la posibilidad de que se les conceda otro sin ningún tipo de problema, es cuando a su vez también tomarán menos riesgos- ha comenzado la creación de una burbuja.
La compra y venta de un activo se hace usual, y la plusvalía a ganar es cada vez mayor, todos quieren comprar ese activo para obtener beneficios con su posterior venta. Se trata de 'La teoría del más tonto' pues siempre habrá alguien dispuesto a pagar un precio más elevado e ilógico por el activo especulado.
El problema llega cuando la burbuja estalla, el día en que un factor interno o externo a dicha burbuja afecta al mercado por completo, se corren rumores de que el activo especulado perderá su valor y entonces entra el pánico. Todos quieren vender, pero nadie quiere comprar. Los precios caen drásticamente, las personas que habían invertido su fortuna en activos se arruinan de la noche a la mañana, y los bancos prestamistas cierran por impagos de los créditos concedidos. La economía se hunde, comienza la crisis.
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